agosto 18, 2025
El Grupo de Trabajo sobre Agrobiodiversidad del CIP envió recientemente sus evaluaciones críticas y propuestas sobre la transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades para la información de secuencias digitales (DSI) al Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA).
Los miembros del CIP hicieron hincapié en que los pequeños agricultores, los pueblos indígenas y las comunidades locales de todo el mundo coexisten y trabajan en conjunto con los ecosistemas físicos, y no con datos o información sobre secuencias digitales. El grupo añadió que:
«Nuestros sistemas han alimentado al mundo durante milenios y seguirán haciéndolo incluso en tiempos de cambio climático. Por lo tanto, la DSI no es algo que necesitemos, sino que nos vemos obligados a lidiar con ella, ya que está provocando la alteración de nuestras prácticas agrícolas y nuestros sistemas alimentarios».
Los campesinos y los pueblos indígenas no necesitan tecnologías que aumenten su dependencia y socaven su resiliencia. En ese contexto, la necesidad más urgente del CIP en términos de transferencia de tecnología, asistencia técnica y desarrollo de capacidades para la DSI/GSD es la creación de un sistema que pueda supervisar la violación de nuestros derechos a través de la biopiratería, agravada por la creciente concesión de patentes y otros derechos de propiedad intelectual sobre la DSI y sobre los organismos vivos modificados creados utilizando la DSI. Este sistema debería contar con las organizaciones de agricultores como parte integrante en su capacidad de toma de decisiones desde su creación hasta su implementación.