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L@s pescador@s del CIP se reúnen en Roma para revisar el mecanismo de implementación de las Directrices PPE

mayo 22, 2025

En 2014, el Comité de Pesca de la FAO adoptó las Directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala en el contexto de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza (Directrices PPE). Estas directrices fueron elaboradas por los movimientos de pesca en pequeña escala en negociación con los gobiernos. Adoptando un enfoque basado en los derechos humanos, las Directrices reconocen el papel fundamental que desempeñan los pescadores y los Pueblos Indígenas en la seguridad alimentaria, así como en los aspectos sociales, económicos y medioambientales de la pesca y la protección de los cuerpos de agua. Estas directrices pueden orientar a los gobiernos nacionales a implementar políticas públicas que defiendan los derechos colectivos de los pescadores.

En los años posteriores, el Grupo de Trabajo de Pesca del Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria (CIP) continuó promoviendo y avanzando en la difusión e implementación de las Directrices PPE. Líderes del movimiento del CIP colaboraron con gobiernos, el ámbito académico y la División de Pesca de la FAO para garantizar que estas directrices se traduzcan en resultados concretos sobre el terreno.

En 2016, con el apoyo de la División de Pesca de la FAO, el CIP propuso un mecanismo para la participación de diferentes actores a nivel global, con el objetivo de implementar e integrar las Directrices PPE a nivel nacional, regional y global. Este mecanismo, denominado “Marco Estratégico Global para la Pesca en Pequeña Escala” (MEG-PPE), fue bien recibido por los Estados Miembros durante el Comité de Pesca de la FAO en 2018. Desde entonces, el mecanismo ha estado activo gracias a los esfuerzos del Grupo de Trabajo de Pesca del CIP y a los fondos canalizados a través del programa paraguas de la FAO, financiado por el gobierno sueco, además del apoyo de SwedBio, un programa de desarrollo sueco que financió la creación de procesos regionales para respaldar este marco global SSF-GSF. Después de 7 años, ha llegado el momento de revisar este mecanismo, evaluando lo que funcionó y lo que no.

Del 16 al 19 de mayo, representantes de los movimientos globales de pesca en pequeña escala y ONG de apoyo del Grupo de Trabajo de Pesca del CIP se reunieron en Trevignano Romano, Italia, en un encuentro presencial destinado a renovar y avanzar en la implementación del MEG-PPE. El evento marcó un momento clave para fortalecer las estrategias políticas, la coordinación global y regional, y la colaboración con la FAO y los gobiernos de todo el mundo.

La reunión de cuatro días comenzó con una afirmación colectiva de expectativas: construir una influencia estratégica en espacios de políticas globales como el Comité de Pesca de la FAO (COFI), reforzar las conexiones de base, y revitalizar el SSF-GSF para reflejar los desafíos y aspiraciones actuales. La participación juvenil, los derechos de los Pueblos Indígenas y la interacción efectiva con los gobiernos fueron temas transversales clave.

Los participantes exploraron cómo se toman decisiones dentro de la FAO e identificaron puntos de influencia dentro de su estructura de gobernanza, desde Subcomités Técnicos hasta Conferencias Regionales. Los movimientos globales de pesca en pequeña escala enfatizaron la importancia de los Grupos Asesores Regionales (RAG, por sus siglas en inglés) como espacios para coordinar los movimientos PPE a nivel regional, y los Planes de Acción Nacionales (NPOA) como espacios para que los movimientos PPE participen a nivel nacional. Se puso especial énfasis en garantizar el acceso de la sociedad civil a estos canales para defender y monitorear la implementación de las Directrices PPE.

Una sesión clave abordó la complejidad del acceso equitativo a los recursos en el marco de la iniciativa “Mejor Producción 4” (BP4) de la FAO. Los debates destacaron caminos prácticos para mejorar los derechos de tenencia, el acceso a los mercados, la protección social y el intercambio de conocimientos para las comunidades PPE. El grupo coincidió en que la implementación debe ser localizada, respaldada por voluntad política y comunicación estratégica.

Uno de los logros más importantes de la reunión fue la revitalización de la estructura del SSF-GSF. Los líderes del movimiento PPE acordaron nuevos Términos de Referencia, que definen los roles y responsabilidades del Grupo Asesor (AG), los RAG, la FAO, los Amigos de las Directrices (gobiernos), la Plataforma de Intercambio de Conocimientos (KSP) y una nueva Secretaría independiente capaz de dinamizar el trabajo del mecanismo. Este marco renovado enfatiza una mayor coordinación entre los niveles nacional, regional y global, y promueve la inclusión de más organizaciones regionales de pesca en pequeña escala en diferentes niveles.

Para mantener el impulso, se delineó un plan de acción de cara a los principales eventos de la FAO en 2025–2026, incluidos el Subcomité sobre Ordenación Pesquera, la Cumbre PPE y la próxima sesión del COFI. Estos pasos se centrarán en la incidencia, la movilización de recursos, la coordinación y el fortalecimiento de capacidades para garantizar que las Directrices PPE sigan siendo centrales en la gobernanza y el desarrollo pesquero.

La reunión concluyó con un mensaje claro: los pescadores en pequeña escala no son solo partes interesadas, sino titulares de derechos. Su conocimiento, liderazgo y capacidad política son esenciales para lograr sistemas alimentarios sostenibles e inclusivos.